¿ Qué son los vicios ocultos ?
Un vicio oculto es un defecto grave que afecta a un vehículo y que no puede apreciarse a simple vista y que provoca que el vehículo no pueda funcionar correctamente, e incluso, que no pueda utilizarse. Esta condición mengua sensiblemente el valor del vehículo y se trata de un defecto que de haberse sabido con anterioridad a la compra hubiera influido en ella.
Cuando se realiza la compra y venta de vehículos de segunda mano puede darse el caso de que exista este tipo de defecto y será responsabilidad del vendedor, ya sea un profesional o un particular, responder por este tipo de desperfectos que existían antes de la venta.
QUÉ SON LOS VICIOS OCULTOS
Si el comprador se encuentra ante esta situación, deberá exigirlo en un plazo de 6 meses desde la entrega del vehículo. El desconocimiento de este hecho no eximirá en ningún momento al vendedor de su deber de saneamiento de vicios ocultos. Este tipo de casos vienen recogidos en el artículo 1484 del Código Civil en que se dispone que “el vendedor estará obligado al saneamiento por los defectos ocultos que tuviere la cosa vendida, si la hacen impropia para el uso a que se la destina, o si disminuyen de tal modo este uso que, de haberlos conocido el comprador, no la habría adquirido o habría dado menos precio por ella; pero no será responsable de los defectos manifiestos o que estuvieren a la vista, ni tampoco de los que no lo estén, si el comprador es un perito que, por razón de su oficio o profesión, debía fácilmente conocerlos”.
Partiendo de este artículo, nos queda claro que se podrá exigir al vendedor un vicio oculto en el vehículo incluso si el propio vendedor desconocía este hecho.
También es importante desarrollar aquellos supuestos que se consideran condición sine qua non para que se entiendan los hechos como un caso de vicios ocultos. En primer lugar, el vicio ha de ser oculto, no debe ser un defecto evidente y en el caso de que el comprador sea mecánico o su profesión determine que tenga un amplio conocimiento de este tipo de averías, se considerará que el vicio estaba manifiesto. En cualquier caso, si el vicio ya era conocido por el comprador en el momento de la compra o se presume que debiera conocerlo se considerará como inexistente para la legislación española.
En segundo lugar, como ya hemos comentado, el vicio debe estar presente antes de la venta. Esta condición es fundamental y, en muchos casos, supone una tarea verdaderamente ardua, no solo demostrar la existencia del vicio sino también que existía antes de la compra.
Otro de los factores que debemos tener en cuenta es la gravedad de la avería que supone el vicio oculto. El vicio debe provocar la inutilización total o parcial del vehículo y no basta con que sea una simple avería de carácter leve.
Finalmente, podemos señalar la condición anteriormente mencionada de que la demanda debe realizarse en plazo máximo de 6 meses desde la compraventa. Si se supera este plazo, el vicio oculto se considerará nulo a pesar de ser evidente.
SANEAMIENTO DE VICIOS OCULTOS
A la hora de hablar del saneamiento de este tipo de desperfectos en los vehículos debemos partir de dos premisas
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Podemos encontrarnos con la situación de que la transacción se haya realizado entre particulares o que por el contrario, se haya producido entre algún tipo de profesional del ámbito automovilístico. Deberemos ceñirnos al Código Civil por ser una transacción entre dos particulares.
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En este segundo caso la compraventa se ha realizado con vehículos de segunda mano y será relevante que se haga uso de la normativa correspondiente entre consumidores y vendedores en cuanto a materia judicial.
Como ya hemos comentado, en el caso del código civil el plazo máximo de reclamación es de 6 meses. No obstante, en el caso de que se produzca una transacción entre un particular y un comerciante, el plazo para este tipo de reclamaciones asciende hasta los dos años desde la compra del vehículo.
Para el saneamiento de vicios ocultos será necesario probar la existencia de este tipo de averías. Habrá que recopilar todos aquellos datos que puedan suponer una prueba como, por ejemplo, cualquier informe realizado por un taller que certifique que existen dichas averías en el vehículo. También será necesario presentar la factura que verifique el pago de la reparación de este tipo de averías.
QUIÉN PERITA VICIOS OCULTOS
El responsable de elaborar las periciales de vicios ocultos es el perito experto en accidentes, seguros o coches. Este perito tiene extensa formación en estos ámbitos ya que cuenta con cursos acreditativos u homologados.
Del mismo modo se precisa de extensa experiencia en este campo de actuación. Además, es recomendable seguir el proceso de peritación a través de una metodología pulida y pautada. Un método que analice en profundidad cada una de las partes del vehículo sin olvidar ninguna es la clave de éxito de las periciales.
Al igual que en el resto de periciales, las de vicios ocultos en particular precisan de gran atención a los detalles. Los vicios ocultos son susceptibles de ser vistos como fallas posteriores a la peritación, por lo que el perito debe realizar una labor ejemplar que no de lugar a dudas en ningún momento de la fiabilidad que presenta su informe.
VICIOS OCULTOS MÁS COMUNES EN COCHES
A la hora de hablar de vicios ocultos podemos encontrarnos casi cualquier tipo de avería. Entre todos ellos podemos situar los siguientes como los más comunes:
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Frenos. Puede haber descomposturas entre los niveles de líquido de frenos. También podemos encontrarnos con niveles altos de óxido en ellos.
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Transmisión. Este factor es uno de los más importantes en un vehículo, ya que, una transmisión en mal estado puede provocar un accidente de tráfico y suponer una avería de gran gravedad. Es fácil de detectar cuando al pisar el embrague, este emite ruidos metálicos o que las velocidades emitan este mismo sonido al ser introducidas. También puede ser un factor de riesgo detectar fugas graves de aceite.
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Motor. Puede ocurrir que al momento de la compra no se detecte un fallo en el motor. Un síntoma de fallo en el motor puede verse teniendo en cuenta el color del humo que el coche expulsa por el tubo de escape. Un coche cuyo humo es de color negro puede acarrear incluso sanciones administrativas para el conductor por su expulsión excesiva de carburantes. Este tipo de fallos pueden ser muy graves llegando incluso a afectar a las revoluciones del motor y al ventilador provocando el sobrecalentamiento del coche con un desenlace fatal.
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Correa y cadena de distribución. En el caso de las correas de distribución y de las cadenas de distribución hay que hacer una diferenciación importante. En el primer caso, nos encontramos con un elemento que se suele desgastar con frecuencia y hay que tener muy en cuenta si observamos que están cuarteadas al comprobar su estado. En los vehículos con cadena de distribución debemos saber que es muy poco probable que se rompa pero si ocurre estaremos ante una avería muy grave.
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Carrocería. A pesar de que para ser considerado un vicio oculto no debe ser observable a simple vista, existen ciertos tipos de averías que a pesar de estar en la carrocería no son observables. Un ejemplo de este tipo de averías serían ciertos tipos de pintura de muy mala calidad, faros rotos por dentro, juntas de las puertas pegadas con pegamento de mala calidad, etc.
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Batería. Es muy importante que la batería no esté dañada de gravedad, ya que puede suponer un riesgo para el comprador al intentar manipularla. Se debe comprobar que no tenga más de cuatro años o esté deteriorada.
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Dirección. Es un elemento fundamental ya que compromete el manejo del vehículo. Si detectamos que nos cuesta girar en algún momento el volante, puede ser un indicador de esta causa.
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Neumáticos. Como hemos comentado en el caso de la carrocería, pueden darse ciertas averías que están ocultas a simple vista. Puede detectarse con posterioridad a la compra algún tipo de avería relacionada con la profundidad
Además de este tipo de averías hay que tener en cuenta que tanto en el interior como bajo el capó. En el interior del vehículos pueden darse ciertos tipos de vicios relacionados con el mal funcionamiento de los cinturones de seguridad.
Se debe observar si existen trozos de cierto tipo de materiales o de cristal que pueden ser indicadores de que ha podido existir un accidente previo a la compra del vehículo. Al mismo tiempo, se deben comprobar las credenciales del coche. Esto es, comprobar que la ficha técnica corresponde con lo estipulado en los números de serie de motor y bastidor. Es importante que se verifiquen en frío los líquidos del interior del vehículo para no incurrir en siniestralidades.
